ESCUELA DE PADRES: NUESTRA ACTITUD DESPUÉS DE LOS PARTIDOS
“¡Pero si habéis perdido! ¿Vas a
venir riéndote encima?”. “¡Qué malos que sois, mira que no ganar el partido!”.
“Papá/mamá, ¿puedo comprarme chuches? Sí, claro, con el partido tan malo que
has hecho, estás para comprarte chuches encima”. “Ese partido era para golear y
no que habéis ganado de un gol solamente”.
Estas son frases que hemos escuchado
en lo que llevamos de temporada por las gradas y los alrededores de los
vestuarios de boca de nuestros padres. Es cierto que en ninguno hemos visto
ganas de ofender a su propio hijo, pero no nos damos cuenta qué es lo que realmente
estamos haciendo.
Nos hemos dado cuenta que generalmente lo primero que preguntan los padres, familiares y amigos, una vez terminado el encuentro, es “¿Cuánto
habéis quedado?” sólo poniendo atención al resultado, sin tener en cuenta las experiencias que se viven
durante el encuentro, si se lo han pasado bien, cómo se han sentido...
Si nuestra forma
de actuar es importantísima en los momentos antes y durante los
partidos/competición, es más importante aún pensar cómo actuar y qué decir
después del partido o la competición a tu hijo/a, incluso se podría decir que
es el momento más importante de todos, ya que será cuando le muestres realmente
qué es lo que buscas cuando él o ella juega (¿que se divierta, aprenda y le
sirva para su educación, o solamente el resultado?).
Debemos tener en
cuenta que este momento es el de la evaluación de lo que han hecho durante el
encuentro o competición, es cuando el niño presta más atención y donde podremos
dirigirlo hacia un correcto comportamiento y respeto hacia los rivales, el
árbitro, los compañeros… Si nos dedicamos a decirles frases como las que
inician esta lectura (ya sean dichas en serio o en broma) le estaremos dando a
entender que independientemente de todo el aprendizaje que esté recibiendo
durante toda la semana, lo que realmente importa es ganar, sea como sea. Y para
ello, recurrirá al desprecio hacia el contrario, al querer hacer la guerra por
su cuenta y olvidarse de los compañeros, al protestar al árbitro…porque habrá
cambiado el objetivo de “aprende, disfruta y juega” por el de “gana como sea”.
Por eso, lo
ideal sería seguir estas pautas:
- La primera pregunta que debemos hacer: ¿Te lo has pasado bien? Y la segunda: ¿Cómo te has sentido? De esta forma estaremos ayudando a que reflexione después de cada actividad (inteligencia emocional).
- Deja que experimente y exprese las emociones que ha sentido durante el partido, éste no es un buen momento para recriminarle los errores o explicarle cómo debería haber hecho las jugadas.
- Si se ha esforzado durante el partido felicítale y valora la experiencia deportiva.
- No discutas alguna jugada del partido con otros padres o espectadores delante de tu hijo/a y deja que el partido acabe en el momento en que el árbitro pite el final.
- Recuerda que no es el mejor momento para hablar con el entrenador, hay otros momentos durante la semana en que seguramente, el entrenador, podrá atenderte como te mereces.
Tómatelo muy en serio a
partir del siguiente fin de semana, estos puntos son importantes para el buen funcionamiento como
deportista y el desarrollo
como persona. Y lo es porque eres una persona muy significativa para tu
hijo, no boicotees su propia
educación.
Dto. de
psicopedagogía Club Polideportivo Mijas.
#EducaciónyDeporte
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